Hace tiempo leí un artículo en un conocido periódico que me dejo pensativa. Se titulaba algo así como "amor liquido". Este término creado por un sociólogo, describe la fragilidad de los vínculos humanos. El autor hablaba de que actualmente las relaciones están marcadas por la falta de solidez, poco compromiso, relaciones fugaces, superficiales... vamos un cuadro.
Quizás porque soy del tipo de mujer que el concepto de príncipe azul (aun sabiendo que no es real, y que nunca querría un hombre en mayas y pelo largo) me sigue pareciendo romántico, o porque en casa nos han enseñado la importancia de luchar por las cosas y que lo fácil luego pasa factura y que las relaciones precisan de sacrificios mutuos... Lo cierto es que me entristeció leer hacia dónde parece que vamos.
He hecho muchos viajes singles y la mayoría de las personas que he conocido en ellos me comentaban que han tenido relaciones difíciles, que les han marcado y condicionado en relaciones posteriores, pero que no pierden la fe.
Supongo que el miedo a sufrir otra vez, o al engaño, ... les hacen (nos hacen) boicotear las relaciones actuales e implicarnos hasta cierto punto (el punto en el que pensamos que estamos a merced del otro). A todo esto debemos sumarle la influencia del momento en el que vivimos. Donde las cosas deben ser aquí y ahora, dónde la espera o la paciencia parecen no ser valores en alza y que si no tienes la recompensa hoy: "a por otra cosa mariposa".
Sé que está de moda el "sobre la marcha" "el vivir el momento" pero creo que estos términos deberían tener su límites y saber que a veces es necesario hacer promesas, comprometerse, planear a largo plazo..., ya que es, según mi opinión, la única manera de avanzar.
Os invito a tener paciencia, a creer en la gente, a no mentir y ser sinceros con las personas que tenéis delante, a ser menos individualistas, a, porque no "A CREER EN EL AMOR": Yo lo encontré en un Crucero single. ¿Te atreves a creer?
Núria