Los verdaderos piratas somos los que amamos la libertad, intentamos sacar de la vida lo mejor, eso sí, sin bebérnosla de un trago, como si fuera una botella de ron, sino saboreándola poco a poco, para paladear toda su esencia.
No buscamos los problemas, pero tampoco los evitamos si aparecen; defendemos nuestros derechos; valoramos la amistad, somos amigos de nuestros amigos y tenemos ese punto de picardía, un poco picante.
No conocemos la vergüenza y a la vez somos respetuosos con los que no nos tienen confianza y nos sentimos desinhibidos, distendidos, con los que nos la dan.
Las trampas y el juego... nos gustan… y si se hacen un poquito de trampas, mejor que mejor…
Buscamos tesoros sí, pero nuestros tesoros, no tienen nada que ver con cofres escondidos en playas desiertas; somos capaces de jugarnos el cuello midiendo siempre los riesgos y sintiéndonos orgullosos del botín conseguido.
Somos sinceros (sin decir toda la verdad) y leales.
Así somos los piratas singles de hoy día. Siento si he defraudado a los que tenéis la imagen del corsario sanguinario, borracho y desalmado... la única coincidencia con aquellos bucaneros de antaño, es que continuamos manteniendo las dos tibias y la calavera como bandera y que nos gusta sentirnos libres navegando por los mares, sean los que sean.
Hasta el próximo post,
Saludos corsarios,
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